martes, 10 de noviembre de 2009

“Pero no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por medio de la palabra de ellos"(Juan 17:20)

¿Ya reparó Usted en que la protagonista de la teleserie más exitosa del último tiempo fue un personaje implícito? Todos movilizados por el interés de encontrar a Elisa, esmero que no sólo les competía a los personajes de la historia, sino también a nosotros que cada noche nos instalábamos frente al televisor con el deseo intrínseco de encontrarla y con una que otra tesis que aportaba a dilucidar este enigma policial.

Si Usted tuvo la posibilidad de participar del fenómeno televisivo descrito anteriormente, que grafica no sólo la relevancia de estar presente, sino el significado que esto puede tener en la vida de las demás personas, no le resultará difícil comprender lo que vivimos como grupo este lunes 9 de Noviembre. Una reunión basada en las personas que formarán parte de nuestra comunidad de fe. Todos muy concentrados realizamos conjeturas a propósito de las ideas e impresiones que cada uno de nosotros pudo obtener en la aplicación de varias entrevistas, las cuales tenían como objetivo recabar información acerca del significado de Jesucristo en las vidas de personas no cristianas y la visión de éstas sobre las características que debería tener una iglesia para contar con su asistencia.

Esto, nos llevó a reflexionar sobre la necesidad de la preponderancia del Evangelio de Jesucristo en la vida práctica e intelectual de las iglesias; de entender el evangelio como una cuestión integral y no sesgada, pues no se trata de buscar un bien social, político, ecológico, moral separadamente y/o tildando uno como más importante que otro; y de poner a Nuestro Señor como el centro de nuestra vida cristiana y no necesariamente a nuestro ministerio cristiano (trabajo en la Iglesia).

También, inspirados por la exposición que hizo nuestra hna Ivonne sobre la oración de Jesús por sus discípulos y los que habrían de creer (Juan 17:1-26), tuvimos la posibilidad de orar por aquellas personas que habrán de llegar a nuestro grupo. De esta forma, intentamos renunciar a nuestro rol protagónico en la oración y lograr que en esta ocasión nuestras peticiones adquirieran una dinámica distinta, que fueran desde los otros hacia nosotros y no al revés como es de costumbre. El Señor nos persevere en esta hermosa tarea.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Anhelos: manifestaciones de un sueño en común que nos impulsa a trabajar unidos


Una vez en el piso ocho del edificio de calle Merced, es imposible confundirse de departamento, cánticos al Señor delatan el lugar exacto de la reunión de hoy lunes 2 de noviembre. Al entrar, se puede ver a nuestros hermanos y hermanas ya ubicados, listos y dispuestos para adorar a nuestro Dios. Entonamos un cántico más y luego Cesar, seminarista y participante activo de UNO, nos sorprende con una dinámica de grupo, que hace que nos reunamos de dos en dos para expresarnos nuestros motivos de oración y presentarlos en conjunto a Nuestro Señor.


La actitud de oración fue la tónica de nuestra reunión. Lo hicimos todos juntos, expresando no sólo nuestro corazón dispuesto, sino también nuestros anhelos, que resuenan AMOR – PACIENCIA- SABIDURIA- FIDELIDAD-ENTREGA, muestras de un sueño común que nos impulsa a trabajar unidos. Cuestión que fue problematizada y analizada por Cesar en su exposición de Hechos 4:32-35.


Así, íbamos llegando al final de nuestra reunión, repetimos una vez más nuestra visión, nos entusiasmamos con la idea de crear un nuevo espacio digital de interacción, además de este blog, y dimos por finalizada nuestra reunión, aunque no por eso nos retiramos del lugar...

Compromiso: la base de nuestros anhelos



Son las 7: 30 pm de un día lunes común en Santiago y como de costumbre la gente corre en busca del tan anhelado regreso a casa, sin embargo, algo hace especial a este 19 de octubre de 2009, cuarto lunes de primavera, y es que quizás la estación es algo más que una casualidad, pues se condice con el plan de un grupo de hermanos y hermanas que se reúnen a esta hora en un departamento en el centro de Santiago. Claro, porque tal como en la estación primaveral surgen las flores que más tarde darán origen a un fruto delicioso, el compromiso expresado hoy nos da atisbos de lo que más tarde será, con la gracia y el favor de Dios, frutos que podrán testimoniar e impactar positivamente en la vida de muchas personas para gloria y honra de Nuestro Dios.




Las ganas de trabajar por la expansión de la obra de Cristo fueron expresadas por nuestros hermanos y hermanas no sólo verbalmente a la hora de las presentaciones formales, sino también con caras atentas y concentradas al escuchar la presentación que Jonathan, pastor e impulsor de UNO, nos dio acerca de nuestra principal responsabilidad como cristianos: “Id y haced discípulos”(Mateo 28:16-20) y de los métodos para llevarla a cabo mediante la plantación de nuevas iglesias. Basándose en un artículo del especialista en plantación de iglesias Timothy Keller, titulado "¿Por qué plantar nuevas iglesias?".





Pero, no todo fue unidireccional, también hubo espacio para el diálogo. Un café y ricas galletas fueron la excusa perfecta para dar inicio a una grata conversación, que de seguro se extenderá y profundizará con el correr del tiempo.