miércoles, 30 de junio de 2010

RETIRO JUNIO 2010: ABRAZANDO A CRISTO EN EL PROCESO DE LA MISIÓN







Entusiasmo, expectativa y disposición se leía en la actitud de cada uno de los integrantes de UNO el sábado en la mañana al llegar a la Granja Presbiteriana en El Tabo. Allí, de la mano de Nuestro Dios y el estudio guiado por el Rev. Jonathan Muñoz, pastor de UNO, todos aprehendimos más acerca de nosotros mismos, reflexionando sobre los ídolos actuales y la forma en que éstos se relacionan con nuestras vidas; descubriendo los dones que cada uno tiene para poner al servicio de Dios en esta comunidad de fe; y entendiendo cómo la centralidad del Evangelio se evidencia en el desarrollo de toda nuestra vida.

Y de la reflexión personal, pasamos a la comunitaria, pues no podíamos dejar de entender cómo es que las personas, que aún no conocen el Evangelio, entienden el mundo y el papel que desempeñan en éste, por eso realizamos un estudio sobre las distintas cosmovisiones que marcan sus vidas, el cual nos permitió ver cómo sus propósitos e interrogantes encuentran respuestas concluyentes en el Cristianismo.

También, nos emocionamos con el testimonio de Jorge y Andrés, integrantes de UNO. A través de sus relatos fuimos testigos de cómo el Señor convierte situaciones muy difíciles o triviales, que aparentemente nada tienen que ver con Él, en la forma para llamar a sus hijos; y confiados en el poder de Nuestro Dios, nos entusiasmamos con la idea de que estos testimonios se multipliquen en UNO.

Así, el lunes no sólo nos regresábamos cantando a viva voz la melodía con que Claudia nos enseñó a leer música, sino también con el anhelo en nuestro corazón de ser un cuerpo que glorifica al Señor en el culto, en nuestro ministerio y por supuesto en el desarrollo de las vidas de cada uno de sus miembros, porque hemos entendido que no hay mejor metodología para hablar de Cristo que nosotros mismos ni mejor manera de vivir que siguiendo el principio presente en proverbios, “sobre toda cosa guardada guarda tu corazón porque de el mana la vida” (Proverbios 4:23), el cual nos insta a cambiar cada mañana el modo por defecto en el que funcionamos para ponerlo en sintonía con Nuestro Buen Padre Celestial y Su perfecta Voluntad.